Pol Freixanet Viejo
El Pulpo que todo lo para. Siempre es una garantía contar con un portero de sus cualidades. Combina su altura con una gran agilidad que le permite echar el guante a todo lo que llega a su portería. Con siete centímetros por debajo de los dos metros, el guardameta catalán bloca o despeja el peligro con soltura gracias a una destreza cultivada desde los inicios en las categorías inferiores del Espanyol. Fue sólo el comienzo de una llamativa carrera pese a sus 28 años, en los que ha recalado en el filial del Málaga para después dar el definitivo salto al primer equipo, donde llegó a estar convocado para Champions.
De allí viajó cedido al Oviedo, donde de ser segundo portero se consagró como arquero titular y atrajo la atención del Elche, con el que debutó en Primera División antes de lesionarse. Después, volvió a sentirse portero en el Fuenlabrada, donde sus buenas actuaciones le hicieron fichar por el Reus, de Segunda División, donde jugó hasta que se lesionó. En la 2019-20 regresó al Fuenla, esta vez en el fútbol profesional, para defender de nuevo la portería del Fernando Torres.